miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ponencia de Gisela Neira. Estudiante de Ciencias Económicas de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales.

Propuesta de unos lineamientos metodológicos para “hacer progresar” la metodología del socialismo científico.

1. La exposición.

4.1 Presentación.

La primera confrontación en la historia humana, entre el trabajo y el capital resultó victoriosa para éste último. En 1989, embriagado de euforia, declaró el capitalismo su victoria final. El comunismo parecía superado en la teoría y en la práctica. Pero las y los trabajadores del mundo reestructuraron sus fuerzas[1], y en conjunto con ello ha resurgido el interés por estudiar a Marx y Engels, fundadores del socialismo científico.[2] También en Chile, donde los procesos parecen avanzar más lerdamente, el socialismo científico está retomando un lugar en el debate académico.[3] El capitalismo está nuevamente siendo cuestionado, no sólo en su forma sino en su fondo mismo. Y nuevamente se está perfilando que el capitalismo es pasado pero se resiste a morir[4].

El presente trabajo se considera parte de este “resurgimiento” del marxismo. En él se parte de la base de que la historia y por tanto el saber humano progresan; entonces, debido justamente a su fundamento dialéctico, debe hacerlo el socialismo científico. En caso contrario, tiende éste a convertirse en una concepción carente de ciencia, en un dogma, es decir, en su propia negación. Lamentablemente se ha solido caer con frecuencia en un marxismo dogmático. Con el objetivo de “contrarrestar” esta tendencia se busca aportar algunos elementos al debate sobre el cómo “hacer progresar” el método del socialismo científico, intentando derivar desde el sistema metodológico desarrollado por Marx y Engels, nuevos lineamientos y demostrar que él, el socialismo científico, no solamente permite su creativa aplicación, sino que es susceptible de ser precisado y ampliado.

La exposición está estructurada en dos partes: en la primera presento una esquematización de los elementos metodológicos del socialismo científico más importantes para este trabajo, incluyendo esquemas de elaboración propia. En la segunda parte propongo algunos lineamientos para “hacer progresar” la metodología del socialismo científico.

4.2 Primera parte: Esquematización de los elementos metodológicos del socialismo científico desarrollados por Marx y Engels[5].

Se intenta acá sintetizar la metodología del socialismo científico, intentando precisarla y ampliarla a la luz de los avances científicos y de la aparición de nuevas situaciones sociales.

4.2.1 Esquematización de la dialéctica materialista o materialismo dialéctico.

Concebimos que socialismo científico no es más que la dialéctica materialista[6] aplicada a todos los campos del saber humano[7] y que esta última es un instrumento para el estudio de la realidad.[8]

Debido a la importancia de la dialéctica materialista para el socialismo científico, es fundamental comprender en qué consiste. Sabido es que la dialéctica materialista tiene su origen en dos concepciones filosóficas: el materialismo y la dialéctica[9]: i) El materialismo, entiende al espíritu como consecuencia de la materia o, “el producto supremo de la materia orgánica, [es] el espíritu humano”[10]. El estudio materialista de la realidad (material y social) sólo se puede realizar coherentemente, cuando explica sus procesos por medio de fuerzas endógenas, es decir, de acuerdo con las propias leyes de la materia. ii) La dialéctica lee la realidad como un constante proceso de devenir y de cambio[11]. O como dice Engels, la dialéctica es la “ciencia de las leyes generales del movimiento y del progreso de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento”. [12] [Los resaltados son propios.] iii) Sintetizando, el método de estudio de la dialéctica materialista, consistiría en el estudio de las leyes generales del movimiento y del progreso de toda la realidad, sin recurrir a explicaciones exógenas de la misma. Para analizar de ese modo la realidad se derivan del método principal una serie de “submétodos” de los cuales pincelaremos tres ejemplos.

4.2.1.1 El método del cambio espacial y temporal.

Disgregando la cita de Engels, enunciada en el párrafo precedente, me permito afirmar, como propuesta propia, que el cambio ocurre en dos esferas: i) dentro del espacio (movimiento); y ii) en el tiempo (progreso). El cambio espacial consiste en la traslación de una “unidad” de materia (entendemos por unidad de materia cualquier elemento de la realidad: un átomo, una constelación, un pensamiento) desde un lugar espacial a otro. El cambio temporal consiste en la transformación de una “unidad” de materia en una nueva “unidad” (ejemplo: la transformación de una manzana en humus). El cambio temporal ocurre indistintamente de existir o no una traslación espacial.

A ambos tipos de cambios los denominamos procesos. La realidad abstraída del proceso es inerte, es una foto congelada, es inexistente, simplemente no es (la manzana eternamente idéntica en sus características de hecho no existe y de existir congelaría todo el proceso, jamás sería humus, jamás daría origen a un árbol, jamás alimentaría a nadie, etc., en resumen, no sería). En última instancia, toda la comprensión de la dialéctica se resume en una sola palabra: espacio-tiempo.

4.2.1.2 El método de la constante y la variable.

Pese a que este punto es muy relevante para la discusión teórica, solamente plantearé lo siguiente: la dialéctica materialista concibe en la realidad una parte en cambio permanente (nada permanece igual) y otra parte que se mantiene constante (que siempre es así). Por ejemplo, Engels afirma que la manifestación de la materia siempre cambia, pero la materia como tal, es eterna.

4.2.1.3 El método de la contradicción y la forma elemental.

Ahora, siguiendo la lógica iniciada, nos interesa saber cuál es la causa del proceso… El materialismo dialéctico sostiene que la fuerza motriz del proceso, es endógena a la materia, es decir, la contradicción. El espacio-tiempo es, existe puesto que la materia es inherentemente contradictoria, o inversamente dicho, de no existir contradicción no existiría espacio-tiempo, es decir, no existiría la realidad como la conocemos, sino alguna dimensión congelada inimaginable para nuestras mentes.

Puesto que el tema sobre la contradicción es muy conocido sólo citaremos lo siguiente: la contradicción contiene dos fuerzas motrices, la tesis y su negación, la antítesis. Ambas fuerzas son antagónicas y como tales entran en conflicto, se “combaten” una a otra. Una de ellas termina sometiendo a la otra. Arribamos así a una nueva situación: la síntesis.

Propongo denominar a una unidad de proceso de Tesis – Antítesis > Síntesis (TA>S) como una unidad de contradicción. La unidad de contradicción es la forma elemental o la célula (por ejemplo mercancía, átomo, un sistema solar), de un conjunto (por ejemplo, mercado, molécula, galaxia).

Siguiendo la lógica de que no existe realidad sin contradicción, una célula sólo puede relacionarse con un “algo”, si ese “algo” también es una unidad de contradicción.

Creo acertado afirmar que lo central que el socialismo científico estudia son, en verdad, las relaciones que se establecen entre las unidades de contradicción. Lo que estamos planteando es que el cosmos entero y cada una de sus partes, no son sino relaciones de interrelaciones, contacto de unidades de contradicción con otras unidades de contradicción. Más sucinto aún, la realidad, el cosmos, la naturaleza, la vida humana, son relaciones. No existen para sí mismas, ni por sí mismas, sino en cuanto se relacionan con otras unidades de contradicción.

Para que se establezca el nexo entre dos células o unidades de contradicción, debe haber un factor que las relacione (ejemplo: en la constitución de los sistemas solares, la gravedad, en la compraventa, el intercambio de una mercancía). A este nexo le llamamos portadora de la relación.

Sostengo que las precisiones y ampliaciones que he desarrollado sobre los esquemas básicos de Marx pueden ser el punto de partida para desplegar nuevos elementos metodológicos que permiten abarcar otras contradicciones, especialmente, en el ámbito social, que es lo que más interesa al socialismo científico.

4.3 Segunda parte: Propuesta de unos lineamientos para hacer “progresar” la metodología del socialismo científico.

4.3.1) Mi propuesta sobre las fuerzas antagónicas (contradicción). A medida que la ciencia, en especial la física, progresan, el conocimiento que aportan se va evidenciando más coincidente con los enunciados básicos de Marx. Así, la lucha de los contrarios, la tesis, la antítesis y su fusión, la síntesis se concretan como ley fundante de la naturaleza.

El progreso científico (ej.: teoría de la relatividad, teoría de la mecánica quántica junto con las observaciones astronómicas actuales), nos permiten precisar aún más estos conceptos, cosa imposible de realizar en la época de Marx y Engels, pese a que éstos con los conocimientos de entonces, presintieron y esbozaron, lo que hoy tenemos como certeza.

Así la ciencia nos aporta que el juego de de las fuerzas antagónicas del universo (tesis, antítesis), es en el fondo el juego entre la expansión y la contracción. Propongo por esto denominar a las dos fuerzas antagónicas de la materia así: a la tesis como expansión, parte variable de la materia; a la antítesis como contracción, parte constante de la materia; y a la síntesis la denominaríamos unidad de contradicción material. Lo que estamos haciendo, con esto, es darle expresión concreta a lo que pasa detrás del rótulo tesis – antítesis > síntesis, estos es, la confrontación entre la expansión y la contracción de la materia en el cosmos, fenómeno que descubrimos desde el átomo y sus partículas al cosmos entero y que cruza todos los aspectos de la sociedad humana.

Mi interés, como ya expresado, fundante de esta propuesta es demostrar que el método de Marx y Engels, la dialéctica materialista, es fundamental y suficiente para comprender la realidad. Que lo dicho por ellos, en el estado en que las ciencias naturales se encontraban en su época, es también congruente con el ulterior desarrollo del conocimiento científico. Por lo tanto, al precisar y al ampliar lo postulado por ellos, no estamos cuestionando ni revisando su método (como desafortunadamente ocurre con muchos teóricos que forman parte de la tendencia actual de buscar “reactualizar” el socialismo científico) y no lo hacemos porque consideramos que no es necesario, porque su método sigue siendo el más acertado bisturí para diseccionar la realidad.

Como un ejemplo de lo dicho, es decir, que encontramos en Marx la concepción de la expansión y de la contracción, y que por tanto no estamos haciendo una revisión del método del socialismo científico, me gustaría mencionar dos ejemplos:

El primer ejemplo, la mercancía. Para Marx la mercancía consta de dos aspectos. Uno de ellos es el valor de uso (para lo que sirve una cosa) y el otro el valor (la cantidad de trabajo invertido). Ambos aspectos son antagónicos entre sí: El Vu es el resultado de la transformación de un “tipo de materia” en otra, fenómeno que ha cruzado todas las sociedades humanas (por ejemplo una piedra convertida en un instrumento en la prehistoria hasta un sofisticado computador). El Vo, aparece en cambio, solamente cuando empieza el intercambio de productos. Así, a este producto se le suma al inicial Vu el Vo de intercambio y se convierte en mercancía. El Vu implica una producción para el provecho propio, el Vo, producción para el provecho de otro. Ahora bien, el Vu expresaría en una mercancía la fuerza constitutiva de la contracción. El Vo en cambio, la fuerza constitutiva de la expansión. La síntesis es la mercancía, o sea, Vu para el provecho de otro, o valor de uso social[13].

Un segundo ejemplo, los conceptos históricos de capitalismo y socialismo en Marx. Para Marx el capitalismo es la mantención de la realidad actual, estancamiento del progreso, o sea, representaría la fuerza constitutiva de la contracción. El socialismo en cambio, representaría el progreso humano, el avance de la historia, o sea, expresaría la fuerza constitutiva de la expansión.

4.3.2) La propuesta de relación. Vimos en el punto anterior, que la realidad entera se compone de TA>S: el juego entre tesis – contracción, antítesis – expansión, síntesis. Denominamos a cada uno de estos procesos o juegos, como unidades de contradicción. Dijimos también que sin la presencia de estos juegos, la realidad se congela, no es. Porque mirando la realidad desde esta perspectiva ella se nos devela como una gran concatenación de relaciones. No existe un uno único contemplándose e interactuando consigo mismo por toda la eternidad. Aunque fuera en sí una unidad de contradicción, sería la única unidad de contradicción, por lo que sería otra versión de congelamiento de la realidad. Lo que constatamos es la existencia de inconmensurables unidades de contradicción en la realidad. Observando esto podemos concluir que la realidad está constituida por interrelaciones de relaciones.

Faltaría entonces determinar cuál es el elemento, el vínculo, que une, o sea, que relaciona las distintas unidades de contradicción entre sí para conformar todo el tejido de la realidad. Se dejó enunciado arriba, que para que esta relación se produzca debe haber un portador de la relación. Ejemplos: el portador de la relación entre los planetas de un sistema solar es la gravedad, o el portador de la relación en el intercambio mercantil es la mercancía. Sin embargo, no profundizaremos más en este aspecto.

Postulo que el empleo de este método permite precisar la comprensión de las relaciones sociales y traer comprensión sobre fenómenos que en la época de Marx todavía no adquirían el peso que tienen ahora, como por ejemplo, la devastación ecológica y la supuesta aparición de nuevas clases, entre otros. Ahora bien, en esta exposición, lo que me interesa, es dejar explicado este método.

Propongo interpretar al individuo de la siguiente forma. El individuo sería una unidad de contradicción, es decir, es un ser dialéctico que, estaría constituido por dos, permítaseme utilizar esta palabra, ímpetus: Tesis: ímpetu por velar primero por su provecho propio; o individualismo, que sería el equivalente de la tendencia de la materia a contraerse. Antítesis: ímpetu por velar primero por el provecho ajeno; o socialismo, que sería el equivalente de la tendencia de la materia a expandirse. Síntesis: el Individuo.

Si no existiera el ímpetu de velar por el provecho propio, el individuo no se alimentaría. A su vez, si no existiera el ímpetu por velar primero por el provecho ajeno, no podría establecerse una relación entre padres y sus criaturas. Ellas no serían alimentadas. Desde este punto de vista, no se debe, y es más, no sería posible, eliminar el egoísmo, expresión política del individualismo, del ser humano. De prevalecer solamente el individualismo, sin su contrario, el socialismo, la especie y el individuo mismo desaparecerían. A la inversa, si prevalece solamente el ímpetu socialista la especie también se extingue.

El individualismo expresa en el individuo la fuerza constitutiva de la contracción. Inversamente, el socialismo expresa en el individuo la fuerza constitutiva de la expansión.

Si mayoritariamente prevalecieran las relaciones sociales individualistas, entonces la sociedad en su conjunto sería una sociedad diríamos, individualista. Su máximo expresión, todos la conocemos, es el capitalismo. De lo que se trataría es de invertir la primacía de las relaciones sociales individualismo sobre socialismo, por socialismo sobre individualismo.

Esto es congruente con lo planteado por Marx. Marx no presuponía, tal como expresado acá, la eliminación del ímpetu individualista en el ser humano, sino que lo que tiene que cambiar son los portadores en que las relaciones sociales se manifiestan, es decir, lo objetivo, lo concreto, no lo subjetivo. Por ejemplo, no se trata de que los burgueses como individuos se conviertan en generosos, solidarios, en auto-convencidos como individuos de la necesidad de no explotar, sino de que la sociedad lo que necesita es cambiar objetivamente las relaciones de producción, o sea, arribar a relaciones de producción que impidan la explotación. En términos de esta propuesta, es la sustitución de los portadores de relación por otros portadores de relación de modo tal que los ímpetus queden invertidos.

Pag.: “La hora de la propiedad privada capitalista está sonando. Los expropiadores serán expropiados. (…). Es la negación de la negación. Ésta reconstituye la propiedad individual sobre la base de los logros de la era capitalista, de la cooperación de los trabajadores libres y su propiedad colectiva sobre la tierra y sobre los MdP producidos por el trabajo mismo.”

En resumen, de lo que se trata es el poner las relaciones sociales humanas en sintonía con el movimiento general del cosmos, que en su actualidad es: expansivo.



[1] Acerca de este nuevo asenso de la fuerza de los trabajadores y de los pueblos del mundo pueden leerse una serie de páginas web. Para nombrar algunos: www.accionproletaria.com/2007/, www.northstarcompass.org, http://alainet.org/, www.marxismo.org/, www.ft-ci.org/, http://www.ips.org.ar/, http://www.rebelion.org/.

[2] Un ensayo dice: “Así, en su edición del 19 de diciembre de 2002, The Economist escribía que ‘el comunismo como sistema de gobierno está muerto o agonizante’ pero, no obstante ‘su porvenir parece asegurado en tanto que sistema de ideas’. Business Week del 20 enero de 2003 evocaba el retorno de la lucha de clases. Más recientemente, en el Financial Times del 28 de diciembre de 2006, John Thornhill señalaba que ‘el reciente desarrollo de la mundialización que, desde muchos puntos de vista, recuerda a la época de Marx, ha conducido sin ninguna duda a un interés renovado por su crítica del capitalismo (…) ¿Cómo puede ser que el dos por ciento más rico de la población adulta posea más del 50% de la riqueza mundial mientras que la mitad más pobre no posea más que el 1%? ¿Cómo se puede comprender el capital sin leer Das Kapital?’. En Francia, Jacques Attali, acaba de publicar una biografía de Marx en la que sostiene que sólo hoy podemos plantearnos las cuestiones a las que respondía Marx.’ ”

michel, Huson (economista miembro del Consejo científico de ATTAC-Francia): Leer hoy “El Capital” de Marx, Correspondencia de Prensa, Dossier Nº 38, julio 2007.

Habría que agregar que en agosto 2005, el programa radial In Our Time de la Radio 4 de la BBC de Londres realizó una encuesta entre sus oyentes, para averiguar “quién fue el mayor filósofo de todos los tiempos”. El resultado de la encuesta fue más que inesperada: el ganador resultó ser Marx. Entre los miles de filósofos a lo largo de la historia obtuvo, con la abrumadora votación del 28%, el primer lugar.

Los oyentes de la BBC prefieren a Marx, publicada el 29/06/2005 en: http://www.lavanguardia.es/premium/publica/publica?COMPID=51262811037&ID_PAGINA=22088&ID_FORMATO=9&PARTICION=91&SUBORDRE=3

[3] Véase por ejemplo: Fuentes muñoz, Miguel Antonio: Seminario de Grado, movimientos populares (siglos XIX - XX): Gabriel Salazar y la ‘Nueva Historia’. Elementos para una polémica desde el Marxismo clásico (Exposición y Debate). Informe de Seminario de Grado para optar al Grado de Licenciado en Historia, profesor Guía Dr. Sergio Grez Toso, versión corregida, Santiago de Chile: Universidad de Chile, Facultad de Filosofía y Humanidades, Departamento de Ciencias Históricas, 2007.

[4] Frase tomada del documental elaborado por el Partido Comunista (Acción Proletaria).

[5] Una acotación: Quizás no es exacto afirmar que el desarrollo de la metodología, pertenece a Marx y Engels por igual. Según las mismas palabras de Engels, la elaboración del socialismo científico se la debemos esencialmente a Marx:

“Permítaseme aquí un pequeño comentario personal. Últimamente, se ha aludido con insistencia a mi participación en esta teoría; no puedo, pues, por menos decir aquí algunas palabras para poner en claro este punto. Que antes y durante los cuarenta años de mi colaboración con Marx tuve una cierta parte independiente en la fundamentación, y sobre todo en la elaboración de la teoría, es cosa que ni yo mismo puedo negar. Pero la parte más considerable de las principales ideas directrices, particularmente en el terreno económico e histórico, y en especial su formulación nítida y definitiva, corresponden a Marx. Lo que yo aporté –si se exceptúa, todo lo más dos o tres ramas especiales– pudo haberlo aportado también Marx aun sin mí. En cambio, yo no hubiera conseguido jamás lo que Marx alcanzó. Marx tenía más talla, veía más lejos, atalayaba más y con mayor rapidez que todos nosotros juntos. Sin él la teoría no sería hoy, ni con mucho, lo que es. Por eso ostenta legítimamente su nombre.”.

engels, Federico: Introducción a la dialéctica de la naturaleza, en: Carlos Marx y Federico Engels, obras escogidas en dos tomos, tomo II, Moscú: Editorial Progreso, 1955, p. 66.

[6] Nota importante: Se ha solido traducir el concepto “materialistische Dialektik” por materialismo dialéctico. No obstante que la traducción no es falsa, me parece que es sin embargo inexacta. En la traducción el sustantivo es materialismo y el adjetivo calificativo es dialéctico. En cambio, en el concepto utilizado por Marx y Engels la relación entre sustantivo y adjetivo es justamente inversa. El sustantivo es Dialektik y el adjetivo calificativo es materialistische. Por lo tanto, lo principal de la concepción de Marx y Engels es la dialéctica y el materialismo es su acompañante, o dicho de otro modo, lo esencial para Marx y Engels es la dialéctica aplicada a la comprensión materialista de la realidad.

A modo de ejemplo: Engels utiliza el concepto “materialistische Dialektik” en Ludwig Feuerbach und der Ausgang der klassischen deutschen Philosophie; en: Karl Marx/Friedrich Engels - Werke. (Karl) Dietz Verlag, Berlin. Band 21, 5. Auflage 1975, unveränderter Nachdruck der 1. Auflage 1962, Berlin/DDR, p. 293.

[7] Dice Lenin:

Si intentáramos definir con una sola palabra el foco, por así decirlo, de toda la correspondencia, el punto central en que converge todo el cuerpo de ideas expresadas y discutidas, esa palabra sería dialéctica. La aplicación de la dialéctica materialista a la revisión de toda la economía política desde sus fundamentos, su aplicación a la historia, a las ciencias naturales, a la filosofía y a la política y táctica de la clase obrera: eso era lo que interesaba más que nada a Marx y Engels, en eso aportaron lo más esencial y nuevo, y eso constituyó el avance magistral que produjeron en la historia del pensamiento revolucionario.

LENIN, Vladimir: La correspondencia entre Marx y Engels, escrito en 1913.

[8][8] O como expresó Engels en Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana:

“Esta corriente no se contentaba con dar de lado a Hegel; por el contrario, se agarraba a su lado revolucionario, al método dialéctico, […].” Y más abajo agrega que: “[…] lo que equivalía a poner la dialéctica hegeliana cabeza abajo; o mejor dicho, a invertir la dialéctica, que estaba cabeza abajo, poniéndola de pie. Y, cosa notable, esta dialéctica materialista, que era desde hacía varios años nuestro mejor instrumento de trabajo y nuestra arma más afiliada, no fue descubierta solamente por nosotros […].”[8]. [Los resaltados son propios.]

[9] Léanse al respecto una serie de obras de Engels como por ejemplo:

ENGELS, Federico: Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, en: Carlos Marx y Federico Engels, obras escogidas en dos tomos, tomo II, Moscú: Editorial Progreso, 1955.

engels, Federico: Introducción a la dialéctica de la naturaleza, en: Carlos Marx y Federico Engels, obras escogidas en dos tomos, tomo II, Moscú: Editorial Progreso, 1955

ENGELS, Federico: Herrn Eugen Dühring's Umwälzung der Wissenschaft, en: Karl Marx und Friedrich Engels – Werke, Berlin, DDR: Dietz Verlag, Band 20, 1962

O la siguiente obra de corta extensión de Lenin:

LENIN, Vladimir: Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, en: De la colección: V. I. Lenin, Marx Engels Marxismo, Ediciones en lenguas extranjeras, Pekin, Primera Edición, 1980.

[10] engels, Federico: Introducción a la dialéctica de la naturaleza, en: Carlos Marx y Federico Engels, obras escogidas en dos tomos, tomo II, Moscú: Editorial Progreso, 1955, p. 58.

[11] engels, Federico: Introducción a la dialéctica de la naturaleza, en: Carlos Marx y Federico Engels, obras escogidas en dos tomos, tomo II, Moscú: Editorial Progreso, 1955, p. 62.

[12] Texto original: “Die Dialektik ist aber weiter nichts als die Wissenschaft von den allgemeinen Bewegungs- und Entwicklungsgesetzen der Natur, der Menschengesellschaft und des Denkens”.

ENGELS, Federico: Herrn Eugen Dühring's Umwälzung der Wissenschaft, en: Karl Marx und Friedrich Engels – Werke, Berlin, DDR: Dietz Verlag, Band 20, 1962, p. 131 y 132, [traducción propia desde el Alemán].

[13] Dr. ulfig, Alexander: Karl Marx, Das Kapital, Kritik der politischen Ökonomie. Der Produtionsprozes des Kapitals, Das Kommunistische Manifiest, prologuista Karl Korsch, Colonia, Alemania: Parkland Verlag, 2005, ISBN 3-89340-075-3, p.55.


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